El concierto de Les Fourchettes empezó con un inicio más bien tranquilo con interpretaciones al estilo del “barbershop” iniciado en las barberías de hombres en Estados Unidos y, poco a poco, fue animándose con temas de su nuevo disco, creado durante el confinamiento, con un repertorio de estilos variados.
Si algo positivo ha tenido el confinamiento es que muchos músicos han tenido tiempo para crear, pensar y componer, aprovechando el tiempo para componer nueva música.
En el Festival MUSiCVEU, Les Fourchettes presentaron el espectáculo '¡A Cappella!', donde la voz es la protagonista, el único instrumento.
Sin embargo, la tecnología musical también está entrando en este estilo y estuvo presente en el concierto, incorporando una voz virtual femenina, de la propia bajo del grupo, que se sumó al cuarteto existente, concediendo los sonidos, el ritmo, la melodía y la armonía necesarias para crear una atmósfera musical perfecta.
A medida que iba avanzando el concierto, el ritmo y la intensidad también aumentaron, así como la proximidad y conexión con el público.

Una explosión de energía positiva y estimulante que se reflejó, sobre todo, al final del concierto, con mucha vitalidad y optimismo, donde el público no permitió que la actuación acabara en ese momento e insistió hasta que vio recompensados sus esfuerzos, con la interpretación de varios bises.