La Plaça del Diamant, una obra casi contemporánea por su contenido político y ya considerada un clásico de la literatura catalana de posguerra, emocionó de lo lindo al público que se quedó boquiabierto por el alto nivel de la compañía de teatro que lo interpretaba. El nivel de los actores estuvo muy por encima de las expectativas del público y hasta en tres ocasiones hicieron caer la lagrimita a los espectadores.
Colometa, sumida en un matrimonio que no le proporciona felicidad y unida a un hombre egoísta, renuncia a su propia identidad cediendo todo el protagonismo a su marido, aceptando los convencionalismos de una época que dejaba a la mujer en un segundo plano. Como muchas mujeres de la época, ve marcharse y morir a sus seres queridos, pasa hambre y tiene dificultades para sacar adelante a sus hijos. A lo largo de la obra, el espectador fue descubriendo la resignación de esta mujer frente a la realidad que le ha tocado vivir.
La historia está llena de Colometes y Mercè Rodoreda les hace, en esta obra, un especial homenaje.
Una obra publicada por primera vez en 1962, que ha sido traducida a más de 30 idiomas y que ayer hizo vibrar mucho al público del Fòrum Berger y Balaguer .